Organismos internacionales
como UNICEF, OECD y la UNESCO, son influenciadores pero no
garantes de primera mano en la definición e implementación de políticas contextualizadas.
La preocupación de las naciones por mantener un marco de gobernanza internacional, que permita equilibrar la convivencia y jalone todos las manifestaciones en cualquiera de las dimensiones de nuestra civilización, ha dado origen al desarrollo de agendas multinacionales amparadas por acuerdos o tratados que se suscriben entre los diferentes países a nivel mundial.
Como resultado de estos encuentros en el ámbito mundial, se han creado diversos organismos internacionales como UNICEF, OECD y la UNESCO que si bien es cierto han realizado importantes aportes a nivel educativo, falta mucho para que tales contribuciones, sean llevadas a la cuna, donde se gestan las verdaderas fuentes, que dan origen a las desigualdades e inequidades en todas las facetas de nuestra sociedad, ya que en muchas ocasiones existen contradicciones internas que deben tomarse en cuenta en el análisis de sus planteamientos (Maldonado, 2020)
Hoy por hoy evidenciamos, que los organismos internacionales no son garantía fundamental para que los conflictos e inequidades no se presenten, para no ir más allá, hay una gran gama de entidades que velan por la paz y cuya razón de ser, es la de evitar los enfrentamientos armados entre las naciones, garantizando que las naciones más poderosas no se aprovechen de aquellas cuya capacidad militar no esté en las mismas condiciones, pero como se ha demostrado esto está lejos de cumplirse y lo estamos viviendo en el conflicto armado entre Rusia y Ucrania. Por ello decir que “La intervención de una organización internacional, es realmente garante de la creación de políticas educativas ajustadas al contexto de cada nación”, es un poco desmedido, y en el filo de los contextos de cada uno de los países, desde mi punto de vista podría afirmar que estas organizaciones promueven, incentivan, influyen y brindan acompañamiento a los gobiernos, para que gestionen los recursos necesarios y se establezcan políticas educativas que se aterricen en los contextos de sus habitantes, no en vano Claudia Neves indica que se observa la existencia de una discrepancia entre los objetivos definidos en relación con la educación/formación, en términos de Objetivos de Desarrollo del Milenio, y sus indicadores de supervisión (Neves, 2008).
Claro está, que una cosa es decir y otra muy diferente cumplir, y si el camino es tortuoso, amañado y desalentador para lograr que los gobiernos establezcan un norte en sus políticas educativas, más lo es para llevar tales políticas a la práctica, quedándose estas relegadas, a cientos de folios escritos y abandonados en recintos totalmente seguros, pero que no llegan a las poblaciones en todos y cada uno de los recovecos de sus regiones. La política podría estar y con alarde se podría leer, indicando por ejemplo que es deber de los gobiernos la asistencia a sus niñas, niños, jóvenes, ciudadanas y ciudadanos para que logren identificar y desarrollar los conocimientos y competencias necesarias, para garantizar un óptimo nivel de vida en sus grupos familiares, mejorando sus ingresos y con ello su alimentación, vestido y dinamismo social, pero en nuestro país y otros de la región vemos que la educación no llega a todos los hogares, y en muchos de ellos, el niño o la niña, no tiene más remedio, que sentarse enterrado en sus limitaciones, a esperar la educación que viene en lomo de mula, y muchas veces llega cuando ya es un joven, que ha visto guindadas sus esperanzas, en las obligaciones del estado, que entre líneas quedan escritas con toda pompa y letras doradas, en políticas educativas de inclusión y calidad, pero lejos de los contexto, y que también hay que decirlo llegan a lomo de tortuga a los anaqueles de los ministerios y secretarias de educación de las regiones y es así, como en los escritorios de los gobernantes quedan los esfuerzos de los organismo internacionales que promueven la paz, la educación, el bienestar del niño, los derechos básicos como el anhelado derecho a la vida bajo condiciones dignas, adicionalmente “se debe considerar la amplitud de voces y actores, tiempos y recursos, propuestas y dispositivos, no necesariamente coincidentes en sus objetivos y prácticas pero que sí convergen en las instituciones educativas” lo cual hace difícil la implementación de las políticas educativas (Montesinos, 2013)
En conclusión, y desde mi apreciación personal, podría decir que no hay que desmeritar los esfuerzo conjuntos de las naciones, con miras a garantizar los derechos del ser humano, es así como vemos las sanciones que tiene Rusia en este momento, pero tales iniciativas no pudieron garantizar la paz, y hoy se vive una guerra, y al igual que no se ha podido garantizar la paz, los organismo como UNICEF, OECD y la UNESCO también podrían exigir la formulación de políticas educativas en cada uno de los países, pero también, gran parte de la población está viviendo, en esas políticas que son formuladas tan alejadas de los contextos, como geográficamente lo están del gobierno central, y en muchas ocasiones, hay regiones que están a contados kilómetros de las ciudades, pero que sus contextos están a siglos de distancia, del contexto formulado en la política educativa, y en otros horizontes hay apartes de las políticas educativas que contextualizan la necesidad de la región, pero los maestros cuentan con un palustre y un ladrillo, para poder construir una escuela, cuya dimensión demanda de miles de recursos que nunca llegan.
Aporte de: Víctor Julio Duarte Báez
Maldonado, A. (2020). Los organismos internacionales y la educación en México: El caso de la educación superior y el Banco Mundial. Ciudad de México.
Montesinos, M. P. (2013). Procesos de mediación en
la implementación de políticas educativas en un contexto federal - Un estudio
de caso: el Plan de Mejora Institucional. Diciembre: Ministerio de
Educación de la Nación. Dirección Nacional de Información y Evaluación de la
Calidad Educativa (DINIECE).
Neves, C. (2008). Las organizaciones
internacionales y la evaluación de educación y formación: análisis crítico y
comparativo. Lisboa: Revista Europea de Formación Profesional.
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